Partido vs Sevilla

El Real Madrid selló su billete apara la final de la Copa del Rey tras superar al Sevilla en el Bernabéu. Fue un partido más incómodo de lo que dice el marcador final (2-0), pero en ningún caso un gran partido del Madrid, ni del Sevilla, del que se esperaba más valentía tras la derrota en el partido de ida. Más que los futbolistas, el partido lo jugaron los entrenadores, aunque lo decidió Mesut Özil con una definición brillante tras una contra que, ya en la recta final, cogió al Sevilla con lo puesto. En la prolongación, Adebayor hizo su primer gol con la camiseta del Madrid, que vuelve a una final de Copa siete años después.

El tiempo dirá si mereció la pena la espera. Desde luego, no un partido como este Madrid-Sevilla, casi siempre gris, sin ritmo y, aunque parezca mentira, durante muchos minutos hasta sin emoción. Y eso que el Madrid empezó bien, apretando arriba y con la defensa muy adelantada. Ese arranque le reportó un remate al palo de Di María. Y poco más.

El partido cambió con el gol anulado a Negredo por un fuera de juego de nuevo infinitesimal. Pero el Sevilla no perdió el partido por eso, como no perdió el partido de ida por el gol de Luis Fabiano. Lo ha perdido porque ha sido la antítesis del gran Sevilla. Ha sido un equipo sin ambición. La buena noticia es que ahora tiene a Rakitic. Un jugador que puede cambiar el perfil de su centro del campo, poniendo toque, pausa y soluciones fáciles, y liberando al gran Kanouté.

El Sevilla sacrificó a su mejor hombre, Kanouté, para anular a Xabi Alonso. El plan funcionó hasta que el tiempo apremió a los hispalenses
El malí escondió otra de las claves del partido. Manzano lo puso sobre Xabi, lo que da una idea de su aproximación al partido. Y Kanouté no es el mejor marcador del mundo -es muy dudoso incluso que se le pueda aplicar el término marcador-, pero anuló a Alonso y, con ello, al Madrid, que definitivamente tiene un problema en la generación de juego. Cuando no funciona el vendaval de robos y contras, cuando hay que masticar las jugadas, sólo Xabi es la alternativa. Un déficit estructural que el Madrid sigue pagando muy caro.

Igual de gravoso resulta para los blancos el momento actual de Cristiano. Está en una de esas fases en las que se ofusca, se enfada con el mundo. Un lujo que el Madrid no se puede permitir, porque Benzema no es el 'killer' de manual que quiere Mourinho. Pero es un jugadorazo, que, salvo la definición, lo hizo todo bien. Tocó rápido, tiró desmarques, abrió espacios, se descolgó para filtrar balones... El Bernabéu le aplaudió porque hasta se reventó en la presión. El chico tiene que alucinar, pero en fin. El Bernabéu es así.

El Madrid no modificó su plan tras el paso por vestuarios. Tenía un gol y apostaba claramente por especular con él. Tampoco lo hizo el Sevilla, lo que tiene más difícil comprensión. A los hispalenses se les fue casi media hora antes de que comparecieran Luis Fabiano y Perotti. El Madrid ya vivía descaradamente de las contras lanzadas por Xabi, pero fue Khedira quien puso a Özil el exquisito balón que no supieron explotar Benzema ni Ronaldo. El menudo mediapunta alemán sentó a Varas a favor de la querencia de su zurda y rompió el partido.

Quedaban menos de diez minutos, que dieron para mucho: una entrada horrible de Ramos a Fernando Navarro, la expulsión de Sergio Sánchez por doble amarilla y el primer gol de Adebayor con la blanca, que fue recibido con gran alborozo por la grada. Que la final ante el Barça queda muy lejos, y no está de más darse una alegría de vez en cuando.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

1 comentarios:

Jorge Cortizas dijo...

Bonita entrada chulo ;) Pero bueno, haz la nueva ya del partido del domingo con el gol de mi Kaka' (L)

Publicar un comentario

Páginas vistas en total

Con la tecnología de Blogger.